De la genética al estigma: desmontando los estereotipos deportivos sobre el Sur global

De la genética al estigma: desmontando los estereotipos deportivos sobre el Sur global

Por Sandro Angulo Rincón
Este post analiza los errores que cometen los medios de comunicación de los países industrializados y menos industrializados, al momento de describir el performance de deportistas de antiguas colonias o de naciones cuya raza, etnia e ingresos son medios o bajos comparados con los de las grandes economías. También ofrece pautas éticas para evitar tratamientos periodísticos sesgados. En Agon & Areté ya se ha escrito sobre los desafíos periodísticos para informar éticamente sobre el género y la discapacidad en el deporte. Sin embargo, poco se ha estudiado la deontología del periodismo cuando se trata de reportar el desempeño atlético de los países del Sur global o de los denominados tercer mundo.
Aunque los manuales de deontológicos manifiestan que el periodista deportivo debe evitar cualquier atisbo de desigualdad al referirse al atleta por su raza, condición o nacionalidad, algunas investigaciones como las Gijs van Campenhout y Jacco van Sterkenburg en The diversification of national football teams concluyen que los condicionantes internos y externos de algunos comunicadores afectan la representación que se hace del deportista del Sur.
Esos condicionantes internos son ser de raza blanca, los deficientes conocimientos geopolíticos, la construcción de la profesión sobre la existencia de supremacías entre personas y países, la religión y los ingresos altos. Mientras que los externos provienen de la ideología del medio de comunicación donde se trabaje e, inclusive, la opinión de la audiencia o la de contar solo con reporteros blancos en las salas de redacción.

Esta combinación de condicionantes conlleva a que el periodista eventualmente asocie metonímicamente a los atletas del Sur con los desastres que ocurren en estas regiones. Guerras, hambrunas, violencia, pobreza y delincuencia son los marcos conceptuales estereotipados en los que muchas veces se etiqueta a los territorios por los que compiten internacionalmente.

Según Simon Ličen en Black as Kenenisa Bekele in a tunnel’: Representation of African athletes in Slovenian Olympic broadcasting, esta representación mediática es particularmente evidente en los atletas africanos, a quienes se les percibe como el símbolo de una nación entera o como un sujeto exótico que llega a la élite deportiva más por su condición genética que por su trabajo duro, riguroso y científico.
Ese es el caso del ex corredor de fondo Haile Gebrselassie, plusmarquista orbital, quien a menudo era considerado el representante de toda Etiopía, su tierra natal, hasta el punto de convertirse en embajador informal de su país natal. Gebrsetassie era posicionado por la prensa deportiva occidental como un portavoz político de Etiopía y habitualmente se le preguntaba si algún día aspiraría a la presidencia de su país. Seguramente, esa misma pregunta no se le formularía al joven tenista italiano Jannik Sinner, quien ocupa la primera posición del ranking ATP (Asociación de Tenistas Profesionales).
La raza, la etnia y la nacionalidad juegan un rol relevante en las coberturas noticias. La raza se entiende como una categoría que divide a las personas por su color de piel o rasgos fenotípicos, en tanto que la etnia se comprende como un concepto que abarca características culturales compartidas, atribuidas a una ascendencia común. La ciudadanía y la nacionalidad se explican como una relación jurídica entre un individuo y un Estado soberano, así como un sentimiento de pertenencia a una nación.
Las tres expresiones, raza, etnia y nacionalidad configuran la identidad de una persona. Un individuo de raza negra, mulato, de bajos ingresos, indígena y del Sur global, al parecer puede tener una cobertura deportiva desigual y discriminatoria, especialmente por periodistas occidentales que ignoran lo que pasa al otro lado del mundo, desconocen la historia y las virtudes de otros pueblos, y se mantienen en la zona de confort que provocan las cuestionadas rutinas informativas basadas en el rumor y los supuestos.

En la identidad en el deporte, estudiada por el profesor Jeffrey Kassing y sus colegas en Communication in the Community of Sport, coexisten tres prejuicios vinculados con la raza que se han (re)producido en la sociedad: inteligencia atlética, rendimiento atlético y liderazgo.

Inteligencia atlética: es común que los reporteros enfaticen las cualidades cognitivas de la inteligencia, la agudeza y el raciocinio en los atletas caucásicos, blancos, mientras que en los afroamericanos, mulatos, indígenas se hace hincapié en las cualidades físicas como la rapidez y fortaleza. Por ejemplo, Erin Ash y Gregory Cranmer en Transcontextual Effects of Racialized Sports Media Framing los mariscales de campo negros en el fútbol americano, los encargados de liderar y ejecutar las jugadas ofensivas de su equipo, suelen ser descritos como “tipos grandes con brazos de rifle, buena movilidad y buenos pies”; en cambio, a los mariscales de campo blancos se les describe como inteligentes y tácticos.
Rendimiento atlético: los medios de comunicación reproducen la idea de que el deportista negro tiene una habilidad y capacidad física innata, debido a las condiciones geográficas y carencias económicas del lugar donde transcurrió su infancia, mientras que el deportista blanco alcanza altos performances, gracias a su compromiso y esfuerzo. Es usual que el predominio de los corredores de fondo africanos se atribuya a una superioridad genética a que supuestamente tuvieron que correr diariamente kilómetros por las llanuras africanas para recoger agua. Como lo indiqué en la investigación con Laura Vargas, A construção estereotipada do desempenho atlético dos ciclistas Nairo Quintana e Vincenzo Nibali na imprensa generalista e especializada de França, Itália e Espanha, el pedalista de ruta colombiano Nairo Quintana, mulato, ganador del Giro de Italia, de la Vuelta España y podio en el Tour de Francia, fue retratado erróneamente como una persona que se dedicó al ciclismo para salir de la pobreza, hecho que él ha desmentido en varias ocasiones. La prensa citaba anecdóticamente que se desplazaba en su bicicleta para ir a la escuela y así evitar el gasto de dinero en la contratación de un vehículo que lo transportara a la escuela.
Liderazgo: a los atletas blancos se les atribuye la habilidad congénita para liderar a su equipo, mientras que a los atletas negros, mulatos e indígenas se les destaca su superioridad física, pero casi nunca se les resalta su liderazgo. Algunos periodistas tienen una concepción evolucionista del cuerpo. Consideran que el deportista afro, desarrolló la velocidad y la fuerza porque fueron esclavizados y tuvieron que correr para no ser sometidos a trabajos forzados por sus esclavistas. No conciben a una persona de esta raza que esté en capacidad de incorporar competencias cognitivas como la inteligencia, la destreza táctica, el pensamiento ganador o la planeación estratégica.
En ambos casos, los estereotipos por raza y etnicidad no son inocuos. Aunque la práctica profesional de un deporte dependa de la tradición, geografía y recursos económicos, logísticos, formativos y de infraestructura, en algunas oportunidades la prensa en general ha recalcado falsas generalizaciones sobre los atletas y sus cualidades. Los estereotipos y expresiones racistas, xenófobas no son menos dañinas en el deporte, pese a que puedan percibirse como situaciones anecdóticas de la competencia. La televisión eslovena que cubría los Juegos Olímpicos de Pekin 2008, sufrió un corte de electricidad momentáneo de la cabina de comentaristas en el estadio olímpico, y uno de sus reporteros describió la pantalla negra del monitor como si se encontrara con Kenenisa Bekele en un túnel. Bekele fue un atleta etíope, especialista de carreras de larga distancia, campeón olímpico de 10.000 y 5.000 metros, entre otros triunfos.

El lingüista neerlandés, Teun Van Dijk, advierte de la existencia de un “nuevo racismo”, cuyas formas son discursivas en texto y en habla, como las que se evidencian en los deportes y en otra producción cultural. Afirma que el “nuevo” racismo no se expresa con fuertes episodios de violencia abierta y de segregación radical, pero puede, incluso, ser más nocivo ya que se toma como una expresión normal, legítima y de sentido común, aceptada tácitamente por el grupo mayoritario dominante y en la que, en realidad, subyace una hegemonía étnica.

Un deportista que ha tenido que enfrentar estos estereotipos ha sido el estadounidense Tiger Woods, uno de los golfistas más importantes de la historia con 15 majors ganados (los cuatro campeonatos más prestigiosos del golf masculino profesional) y 82 títulos del PGA Tour (el principal circuito de golf masculino en Estados Unidos). De acuerdo con Alexander Deeb y Adam Love en Media Representations of Mutliracial Atlhetes, usualmente los periodistas deportivos etiquetan a Tiger como un afroamericano, sin embargo, él se ha resistido a esa interpretación racialmente restrictiva de su identidad. Por eso, creó la expresión “cablinasiano”, mixtura de palabras para reconocer su perfil multirracial debido a su ascendencia negra, blanca/caucásica, india americana y asiática.
Los medios de comunicación del Sur global
Existen enfoques noticiosos sobre los deportes por parte de los medios de comunicación del Sur global que también deben revisarse. Por ejemplo, la tendencia a construir relatos que crean una desventaja competitiva de sus atletas al sobrevalorar la tradición, la historia y las virtudes de los atletas de los países industrializados. Expresiones como enfrentar a “los teutones”, “la potencia global”, “superdotados”, “el vencedor hegemónico” ponen inconscientemente en inferioridad a los deportistas del Sur global que enfrentan a los del norte en torneos internacionales.
Otro aspecto de la narrativa que debe cuestionarse es el cliché informativo de destacar sólo la superación personal en un ambiente adverso como motivo para que un atleta del Sur global haya sobresalido en alguna disciplina deportiva. Reiterar que superó la pobreza, que salió adelante a pesar de sobrevivir en un ambiente violento, entre otras desgracias, muchas veces no se constituye en un retrato verídico de sus motivaciones y capacidades. Es muy probable que ganar en el competitivo entorno deportivo haya sido más por su inteligencia táctica, su mentalidad ganadora orientada hacia el logro de objetivos, la rigurosidad científica de sus entrenamientos, así como por la potencia y habilidad connatural y trabajada de su cuerpo.
En Colombia, los periodistas deportivos habitualmente escogen la superación personal como marco de referencia para la cobertura del performance atlético, para lo cual escarban las más íntimas dificultades de sus deportistas. Pero cuando Surge un atleta que no encaja en el estereotipo del niño que no tenía nada que comer o que fue un desplazado por la violencia, los medios de comunicación crean un vínculo tenso con él hasta el punto de representarlo como un ser humano engreído y superficial, como ha ocurrido con el exitoso piloto de autos Juan Pablo Montoya, ganador del campeonato de la CART (1999), dos victorias en las 500 Millas de Indianápolis (2000, 2015), y siete en la Fórmula 1.
Pautas éticas
Con base en los autores anteriores, la experiencia como investigador y periodista deportivo y los conceptos de Hugo Aznar en Ética de la comunicación y nuevos retos sociales, he definido algunas pautas éticas para informar sobre atletas del Sur global, cuya raza, etnia o nacionalidad pueda influir en la cobertura desigual de su performance deportivo.
1. Los periodistas deben evitar asociaciones entre el desempeño del atleta y los problemas políticos, económicos y sociales del país que representan. Estas relaciones metonímicas simplifican esas coyunturas y subestiman los logros del deportista cuando compite internacionalmente. Si se requiere contextualizar a la audiencia sobre estos problemas, se recomienda investigar y redactar una pieza periodística aparte que argumente el origen de estos conflictos, como también las acciones que se realizan para superarlos. En todo caso, el desempeño atlético del deportista debe ser equilibrado para evitar la discriminación y los estereotipos, independientemente de la raza, riqueza de su país, procedencia étnica y nacionalidad.
2. Los periodistas deben destacar las habilidades físicas, intelectuales, tácticas y técnicas de los atletas, sin establecer categorizaciones en función de su raza, procedencia étnica, riqueza de su país y nacionalidad.
3. No se deben expresar metáforas, símiles o frases de doble sentido que denigren de los deportistas por su raza, etnicidad, riqueza de su país y nacionalidad, bajo el argumento de poner color o humor al comentario o a la nota periodística.
4. Los medios de comunicación del Sur deben realizar análisis más exhaustivos de los rivales, cuando proceden de países con economías más solventes. Estudiar cómo se les puede vencer en franca lid es más provechoso para los deportistas y equipos del Sur global que reducir sus oportunidades de triunfo con frases que subestiman sus cualidades y sobrevaloran las de los atletas y equipos del norte.
5. Los medios de comunicación del Sur global deben innovar en los tratamientos periodísticos cuando se refieren a la victoria de sus atletas. Preferir el enfoque de la persona que superó la pobreza, el ambiente violento o la discriminación, entre otras situaciones indeseadas en cualquier sociedad, no siempre es un fiel reflejo de las motivaciones que el atleta tuvo para sobresalir. Por tanto, es necesario recalcar otras cualidades como su inteligencia táctica, capacidad técnica, mentalidad ganadora orientada al cumplimiento de objetivos, potencia física. No se debe crear el imaginario de que los atletas del norte no tienen las mismas dificultades económicas, políticas y sociales que normalmente se asocian con los países menos industrializados.
6. Contextualizar las situaciones y los lugares, confrontar fuentes, cuestionarse los aprendizajes adquiridos sobre otras culturas, saber preguntar y dedicar un espacio a la investigación, son aspectos que el periodista deportivo debe incorporar en su trabajo diario. Pensar que el periodismo deportivo es más una especialidad para crear espectáculo que para informar, implica caer en el riesgo de redactar historias exóticas que atentan con la identidad de los deportistas. No se puede sucumbir a la tentación de privilegiar el dato llamativo, en vez de la información relevante y contrastada, porque, de lo contrario, las faltas a la verdad y la expresión de calificativos sin reflexión ni contexto pueden conducir a construcciones estereotipadas sobre las personas y sus orígenes. Por eso, el periodismo deportivo debe promover los valores de la inclusión y la multiculturalidad para que se difunda el mensaje de la no discriminación.
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Referencias

Crédito fotografía de portada: Imagen de freepik.

Angulo, L., & Pérez, L. C. V. (2019). A construção estereotipada do desempenho atlético dos ciclistas Nairo Quintana e Vincenzo Nibali na imprensa generalista e especializada de França, Itália e Espanha (La construcción estereotipada del rendimiento atlético de los ciclistas Nairo Quintana y Vincenzo Nibali en la prensa generalista y especializada de Francia, Italia y España). Mediapolis – Revista de Comunicação, Jornalismo e Espaço Público, 8, 35–47. https://doi.org/10.14195/2183-6019_8_3

Ash, E., & Cranmer, G. A. (2020). Transcontextual Effects of Racialized Sports Media Framing: Students’ Off the Field Perceptions of Student-Athletes (Efectos transcontextuales del encuadre racializado de los medios deportivos: percepciones de los estudiantes sobre los atletas universitarios fuera del campo). Communication and Sport, 8(3), 389–408. https://doi.org/10.1177/2167479519830621

Aznar, H. (2005). Ética de la comunicación y nuevos retos sociales: Códigos y recomendaciones para los medios (Ética de la comunicación y nuevos retos sociales: códigos y recomendaciones para los medios). Paidós PC.

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Dijk, T. A. Van. (2005). Nuevo racismo y noticias. Un enfoque discursivo (Nuevo racismo y noticias: un enfoque discursivo). En M. Nash, N. Benach, & R. Tello (Eds.), Inmigración, género y espacios urbanos: los retos de la diversidad (pp. 33–56). Bellaterra. https://dialnet.unirioja.es/servlet/libro?codigo=6429

Kassing, J., Billings, A., Brown, R., Halone, K., Harrison, K., Krizek, B., Mean, L., & Turman, P. (2004). Communication in the Community of Sport: The Process of Enacting, (Re)Producing, Consuming, and Organizing Sport (La comunicación en la comunidad del deporte: el proceso de representar, (re)producir, consumir y organizar el deporte). Annals of the International Communication Association, 28(1), 373–409. https://doi.org/10.1080/23808985.2004.11679040

Ličen, S. (2013). “Black as Kenenisa Bekele in a tunnel” (Negro como Kenenisa Bekele en un túnel): Representation of African athletes in Slovenian Olympic broadcasting (Representación de los atletas africanos en la retransmisión olímpica eslovena). Ecquid Novi, 34(2), 93–108. https://doi.org/10.1080/02560054.2013.788455

van Campenhout, G., & van Sterkenburg, J. (2021). The diversification of national football teams: Using the idea of migration corridors to explore the underlying structures of nationality changes amongst foreign-born players at the football World Cup (La diversificación de las selecciones nacionales de fútbol: uso de la idea de corredores migratorios para explorar las estructuras subyacentes de los cambios de nacionalidad entre jugadores nacidos en el extranjero en la Copa Mundial de Fútbol). International Review for the Sociology of Sport, 56(1), 36–61. https://doi.org/10.1177/1012690219892849

Agon y Areté
Soy Sandro Angulo Rincón, colombiano, periodista y profesor universitario. Investigo, practico en forma amateur y consumo deportes. Aspiro a producir piezas periodísticas de calidad y obtener la retroalimentación de los lectores para que Agon & Areté crezca entre distintos públicos de habla española, inglesa, portuguesa y árabe.

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