Deporte, riqueza y carbono: ¿Qué relación tienen Messi y Ronaldo con el Cambio Climático?

Por Sandro Angulo Rincón
En la noche del lunes, 4 de agosto de 2024, tres jóvenes ingresaron furtivamente a una lujosa casa ubicada en el municipio de Sant Josep de Sa Talaia de Ibiza, Islas Baleares de España, y pintaron algunas de sus paredes con rayas negras y rojas al trazo aleatorio de la mano que accionaba una pistola de pintura de aire comprimido. El acto, en apariencia intrascendente para una agenda informativa, se convirtió en una noticia muy popular en los medios de comunicación cuando se supo que el inmueble “vandalizado” es del argentino Lionel Messi, astro del fútbol mundial.
Lo sugerente de este episodio, grabado en un video, es que la entrada clandestina y el posterior afeamiento de su propiedad no estuvo motivado por saldar una deuda deportiva ni fue una acción propia de los ultras del balompié, sino de un asunto medioambiental. ¿Qué tiene que ver Messi con el cambio climático y el calentamiento global? Para los tres jóvenes, integrantes del colectivo Futuro Vegetal, Messi hace parte del 1% de las personas más ricas del planeta responsable del 16% de las emisiones globales de carbono en 2019, una cantidad equivalente a las emisiones de cinco mil millones de personas de los dos tercios más pobres de la humanidad. Estas emisiones desproporcionadas, según el informe Climate Equality: A planet for the 99% de la ONG Oxfam contribuyen significativamente al cambio y la desigualdad climática, y a las muertes provocadas por el calor extremo.

Fuente: Radio Televisión Española/RTVE

Al futbolista también lo señalan de adquirir está mansión por exorbitantes 11 millones de euros, comprada a un empresario suizo quien al parecer la edificó sin licencia de final de obra ni cédula de habitabilidad. Además, la vivienda, que cuenta con 568 m² construidos, una piscina de 92 metros y un terreno de unos 16.000 m², estaría cimentada ilegalmente sobre suelo rústico no urbanizable con el consentimiento de las autoridades locales. Esta historia ocurrió en la misma semana, afirma Futuro Vegetal, en que en la isla desalojaron a casi 200 trabajadores de un asentamiento sin solución habitacional, y cuatro personas morían por las altas temperaturas.

Al final, se ve a los activistas ambientales mostrar un cartel con las frases ‘Help the Planet – Eat the Rich – Abolish the Police (‘Ayuda al planeta, cómete al rico, abuelan la policía’), con el fin llamar la atención de la sociedad sobre la responsabilidad de los millonarios en la crisis climática.

La relación entre riqueza y carbono

Roger Best y Dennis Howard, autores del libro The Global Sports Industry, publicado en el año 2023, afirman que, tomando en consideración tres variables: (1) la participación de los aficionados, (2) los productos deportivos y (3) la participación deportiva, los ingresos mundiales del deporte ascienden a 2.3 billones de dólares estadounidenses.

Por su parte, la revista Forbes del año 2020 (ver gráfico) ya había informado de que el deporte era la novena industria más productiva del orbe, superando los beneficios del sector de las farmacéuticas y cuidados de la salud.

La industria deportiva es impulsada por el talento de los atletas de élite de las disciplinas con más audiencias, a los que se les paga altos salarios para que atraigan la atención de millones de seguidores. Además, tienen valiosos contratos publicitarios por marcas reconocidas e invierten sus excedentes en empresas muy lucrativas que van desde adquirir su propia franquicia deportiva, hasta invertir en la bolsa de valores, clínicas estéticas y finca raíz, por solo mencionar algunas. Es un círculo vicioso que se produce mientras están activos o, incluso, cuando se retiran de la actividad competitiva, dando como resultado crecientes niveles de acumulación y concentración de la riqueza. Es habitual, por tanto, que el portal Celebrity Net Worth incluya a muchos deportivas entre los millonarios del planeta (ver tabla).

En concreto, este pequeño y privilegiado grupo de la población tiene una función clave en la crisis climática por tres razones: (1) por las emisiones de carbono que generan en su vida cotidiana a través del consumo, por ejemplo, del uso de yates y aviones privados; (2) por sus inversiones en acciones de industrias muy contaminantes y (3) por la influencia indebida que ejercen sobre los medios de comunicación, la economía y la elaboración de políticas para justificar y mantener su vida ostentosa.

También compran, acaparan y concentran muchas viviendas no para habitarlas permanentemente, sino para especular con ellas (contraen la oferta para subir los precios) o ir de vacaciones esporádicamente, como el caso de Messi en Ibiza, en tanto que muchas familias en países del norte y del sur tienen dificultades para pagar la hipoteca o para acceder a una vivienda propia o en arriendo a costos razonables.

El vínculo de este presuntuoso estilo de vida con la crisis ambiental se presenta en el informe del Quinto Informe de Evaluación del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático del IPCC de 2014. Allí se documentan científicamente los impactos del cambio climático y la huella de carbono ocasionada por toneladas de CO2 de emisiones de gases de efecto invernadero por la quema de combustibles fósiles. Sin embargo, no es necesario escuchar las alarmas de investigadores y académicos para darse cuenta de que hace tiempo sufrimos de condiciones climáticas extremas, daño o pérdida de biodiversidad, reducción de la cantidad de agua o nieve, contaminación del aire, aumento del nivel del mar, desarrollo de enfermedades transmitidas por vectores y desastres ambientales (inundaciones, incendios forestales, sequías, tsunamis, tormentas).

Georgina Rodríguez Hernández, esposa del portugués Cristiano Ronaldo, astro del fútbol mundial, relata sus exóticos viajes en el avión privado de su familia en la serie de Netflix Soy Georgina para asistir a un evento de modas en París, llevar a uno de sus hijos a un museo de Abu Dabi o transportar a un tatuador de Madrid a Turín a realizarle un tatuaje personalizado, sin percatarse de las consecuencias para la salud del planeta. Ciertamente, la investigación de transportenvironment.org, concluye que estos desplazamientos en los jets privados pueden emitir dos toneladas de CO2 en tan solo media hora (la media de los habitantes de la Unión Europea emite 8,2 tCO2eq en un año.), y son de 5 a 14 veces más contaminantes que los aviones comerciales (por pasajero) y 50 veces más contaminantes que los trenes.

Por eso, es loable que los tres jóvenes activistas tomen la bandera de la defensa de la tierra y demuestren que son inmunes a la captación de la conciencia juvenil por el periodismo acrítico, fabricante del espectáculo deportivo. No es fácil controvertir a ídolos de masas, sin sufrir el rechazo de sus seguidores y exponerse a procesos judiciales. Messi, según el periódico argentino La Nación, presentó una demanda a la justicia española, en la que exige una compensación de 50 mil euros a los integrantes de Futuro Vegetal por haber vandalizado su propiedad en Ibiza. ¿De qué lado se decantará la justicia?

Un sondeo para conocer las posturas de los lectores sobre el tema se lee en los comentarios de La Nación. Uno de ellos del usuario alejandrogomez66, dice:

“Mas allá de coincidir con que deben pagar los arreglos, tampoco puedo dejar de pensar en que hay que concientizar del impacto ambiental que tiene una construcción así en un entorno idílico. La energía para el confort necesarios debe ser astronómica… ¿Hacen falta dos semejantes piscinas como esas para 12 personas? Después no vengan con el calentamiento global y se suben al jet privado o traen las medialunas (pan de hojaldre) de Francia. ¡Coherencia!”.

El comentario del usuario jeromitojunior:

“¿Semejante mansión no tiene ningún personal de seguridad?… Raro…Un casero al menos… Para Messi arreglar eso es como para nosotros pintar una banqueta, pero no es justo, deben pagar e indemnizar.

Y el de mojeda12:

“Es seguro que estos vándalos deben usar celulares que contaminan más que la propiedad del GENIO”.

¿Y de qué lado está usted? Escríbanos.

A propósito de la COP 16, la Conferencia de las Partes del Convenio sobre la Diversidad Biológica, evento internacional realizado en Cali, Colombia, del 21 de octubre al 1 de noviembre de 2024, en la próxima edición de Agon&Areté reflexionaremos sobre el deporte como parte del problema y parte de la solución de la crisis ambiental.

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