¿Héroes o atletas? El debate sobre la representación mediática del deporte paralímpico

¿Héroes o atletas? El debate sobre la representación mediática del deporte paralímpico

Otro de los retos éticos del periodismo es el de informar, sin estigmas ni estereotipos, sobre el deporte practicado por atletas con discapacidades.

Por Sandro Angulo Rincón

1960 fue un año disruptivo para el deporte orbital. Por primera vez, se llevaron a cabo, en Roma, los primeros Juegos Paralímpicos, en los que la mayoría de los participantes era soldados varones jóvenes en sillas de ruedas con lesiones medulares. Allí compitieron 400 atletas de 23 países, con el objetivo de mostrar al mundo que independientemente de la condición física, mental o sensorial es posible incluirse en la vida social y alcanzar elevados performances atléticos.

Hoy la discapacidad puede incluir deficiencias físicas o intelectuales congénitas o adquiridas que cumplan con los criterios de elegibilidad según el código de clasificación del Comité Paralímpico Internacional. Estas deficiencias incorporan la disminución de la fuerza muscular, la disminución del rango pasivo de movimiento, la deficiencia de las extremidades, la diferencia de longitud de las piernas, la ataxia (trastorno neuromuscular que afecta la coordinación y el movimiento), la hipertonía discapacidad neuromotora que involucra parálisis cerebral, lesiones cerebrales traumáticas, accidentes cerebrovasculares o ciertas enfermedades neurológicas), la atetosis (trastorno neuromotor caracterizado por movimientos involuntarios, lentos y sinuosos), la baja estatura, la discapacidad visual e intelectual.

De 1960 a los recientes Juegos Paralímpicos de París 2025, el deporte adaptado ha enfrentado muchos desafíos, entre ellos, quizás el más importante, el que la sociedad le conceda el mismo valor deportivo, mediático y cultural que se le concede a los Juegos Olímpicos.

David McGillivray y sus colegas, autores de la investigación Repurposing the (Super)Crip: Media Representations of Disability at the Rio 2016 Paralympic Games1, afirman que los medios de comunicación han jugado un rol trascendente para que el deporte para discapacitados fuera alejado lentamente de su valor estrictamente terapéutico para enfocarse hacia campeonatos prestigiosos de élite. Además, la continua cobertura del deporte adaptado ha motivado el diseño de políticas públicas para promoverlo, el interés de marcas patrocinadoras y la atención de académicos por analizarlo en las aulas de clase desde las perspectivas de las ciencias sociales y humanas, no sólo desde las médicas.

Sin embargo, los medios de comunicación mantienen una cobertura asimétrica del deporte paralímpico, caracterizada por la reducida cantidad de minutos y espacio que dedican para registrar los desempeños de los paradeportistas frente a los deportistas sin discapacidad. El hecho es más complejo si se estudia críticamente el papel de la prensa y sus reporteros en la naturalización de estigmas y estereotipos en la representación del atleta discapacitado o con diversidad funcional.

Uno de esos estereotipos es la narrativa mediática capacitista, alineada con el modelo médico, que consiste en hacer énfasis en la discapacidad y no en los registros deportivos. Emma Pullen y otros científicos en Re-presenting the Paralympics: (contested) philosophies, production practices and the hypervisibility of disability2, señalan que una de las razones por las que el discurso capacitista prevalece en relación con el para-deporte como forma cultural es que los periodistas están acostumbrados a enfatizar “cuerpos neoliberales perfectos, idealizados (con género)”, y, como resultado, la discapacidad representa un tema desafiante. En tal sentido, para muchas personas, el atleta sigue siendo un “paciente que lucha contra sus limitaciones”, en lugar de un deportista de élite con talentos específicos o virtuosismo”.

Otro estereotipo es el denominado en el mundo anglosajón como “supercrip” (súper lisiado) con sus historias típicamente “inspiradoras” de atletas paralímpicos que desafían las probabilidades para lograr grandes hazañas de destreza atlética. Es un relato asiduo del triunfo sobre la adversidad. Este discurso da la impresión de que lo aparentemente imposible es de hecho posible. Carla Silva y David Howe en la investigación The (In)validity of Supercrip Representation of Paralympian Athletes3, sugieren que socava la posición de las personas con discapacidad porque, por un lado, las eleva a un estatus heroico mediante el uso del apodo de “súper” (encumbrándolas heroicamente por encima de otros en la comunidad de discapacitados). Por otro lado, enfatiza el potencial de conquistar la discapacidad a través del trabajo duro y el esfuerzo, subestimando las dificultades estructurales y actitudinales que enfrentan la mayoría de las personas con discapacidad. Los críticos de la narrativa de los “supercrip” argumentan que desvía la atención de las barreras reales y materiales que enfrentan las personas con discapacidad (infraestructuras no inclusivas, falta de apoyo económico), ofreciendo al público la tranquilidad de que los para-atletas “súper” (superhumanos) pueden forjar carreras maravillosas y superar su discapacidad.

Ambas narrativas tienen el potencial de causar daño, ya sea perpetuando percepciones negativas de la discapacidad (modelo médico de discapacidad) o creando una división entre quienes pueden participar en el deporte de élite y quienes no pueden hacerlo (“supercrip”).

Los medios de comunicación también han sido cuestionados por adoptar una jerarquía de discapacidad que categoriza a unas como las más “normales” y “aceptables” para el público. Verbigracia, los atletas en silla de ruedas aparecen de manera más dominante, seguidos de los amputados, y las discapacidades que pueden ser visualmente impactantes -como la parálisis cerebral-, tienden a no aparecer en absoluto.

Fuente: Alcaldía de Pasto

Otra tendencia reseñada por los investigadores Leanne Rees, Priscilla Robinson & Nora Shields en Media portrayal of elite athletes with disability – a systematic review4, vinculada a la espectacularización de los Juegos Paralímpicos, ha sido la de privilegiar a los atletas híbridos y sus prótesis cibernéticas que atraen la atención de un entorno obsesionado por la tecnología donde el público exige proezas extraordinarias de rendimiento. Otras investigaciones apuntan a que las para-deportistas femeninas reciben menos cobertura que los paradeportistas masculinos.

Pautas para periodistas y audiencias de los medios de comunicación

Diversos informes, manuales y guías, elaborados por expertos en comunicación y deporte paralímpico, entre otras disciplinas, ayudan a que los periodistas sean más asertivos al utilizar el lenguaje cuando se refieren a los atletas con alguna discapacidad o diversidad funcional. Asimismo, ofrecen un marco de análisis para que las audiencias críticas cuenten con más elementos de juicio para ponderar o cuestionar el lenguaje utilizado en las transmisiones de los medios de comunicación.

En el idioma español, el término discapacidad puede reemplazarse en algunos contextos deportivos por “diversidad funcional”, pues mientras que el primero sugiere que la persona es incapaz de hacer algo, el segundo concepto enfatiza que las diferencias en capacidades físicas, mentales o sensoriales son parte natural del ser humano y, por tanto, no hay que centrarse en las limitaciones individuales como “deficiencias” o “problemas. El Comité Paralímpico Internacional prefiere el uso de la expresión inglesa de impairment, en vez de disability.
A largo plazo, la aspiración es que no sea necesario utilizar ninguna de las dos palabras, sino que sencillamente se les llame atletas para que sus logros deportivos ayuden a generar un cambio positivo en la sociedad.

La International Paralympic Committee Style Guide propone algunas reglas generales cuando se habla, entrevista o socializa con una persona con una discapacidad:

  • Siempre identifique primero a la persona y luego la discapacidad, por ejemplo, “un atleta con una discapacidad”, no un “atleta discapacitado”. A veces puede que no sea necesario o relevante mencionar la discapacidad, así que no se sienta obligado a hacerlo. Cuando sea importante, simplemente mencione cuál es la discapacidad y luego continúe.
  • Evite utilizar palabras emotivas como “trágico”, “afligido”, “víctima” o “confinado a una silla de ruedas”. Enfatice la capacidad y no la limitación al decir que alguien “usa una silla de ruedas” en vez de “está confinado” o “está en silla de ruedas”.
  • Actúe con naturalidad y no vigile cada palabra y acción. No se avergüence si usa expresiones comunes como “nos vemos más tarde” (a una persona con discapacidad visual) o “mejor me voy corriendo” (a alguien que usa silla de ruedas).
  • Evite retratar a las personas con discapacidad que triunfan como “extraordinarias” o “sobrehumanas”. Al exagerar los logros de los deportistas con discapacidad se sugiere inadvertidamente que las expectativas originales no eran altas.
  • Representar a la persona tal como es en la vida real. Recuerde que una persona con una diversidad funcional puede ser un deportista, un padre, ingeniero civil, médico, gerente de empresa o periodista.
  • Las personas no quieren ser objeto de caridad o compasión, puesto que una persona con una discapacidad no necesariamente tiene una enfermedad crónica o es poco saludable.
  • Siempre pregunte a la persona con diversidad funcional si necesita ayuda antes de acudir a ella. Puede que su ayuda no sea necesaria, pero está bien ofrecerla. Si necesita su ayuda, escuche o pida instrucciones.
  • Cuando hable con una persona que tiene una discapacidad, háblele directamente a esa persona y no a un acompañante o intérprete.
  • No olvide que las personas con alguna discapacidad pueden necesitar su paciencia y tiempo suficiente para actuar de forma independiente. Dele a la persona tiempo adicional para hablar si está usando un dispositivo de comunicación o tiene una discapacidad de aprendizaje.
  • Pídales a las personas con discapacidad que repitan lo que dijeron si no las entiende.
  • Respete el espacio personal del deportista y recuerde que la silla de ruedas es parte de su espacio íntimo.
  • Al saludar a un atleta, si normalmente le da la mano, entonces ofrezca el mismo gesto, incluso si la persona tiene un uso limitado de sus manos o lleva prótesis. La persona le hará saber si una determinada acción es apropiada o no.
  • No asuma que un individuo con una discapacidad física también tiene una discapacidad auditiva o que su capacidad mental está disminuida. De cualquier forma, hable en un tono normal y no utilice un lenguaje condescendiente.

Palabras y frases apropiadas

De acuerdo con la International Paralympic Committee Style Guide, las palabras pueden proyectar imágenes inexactas y herir a una persona. A continuación, se encuentra una lista de terminología preferida y palabras adecuadas para usar cuando se hace referencia a deportistas con alguna discapacidad en general.

Evitar Usar
Persona discapacitada Atleta, para atleta o atleta paraolímpico
El ciego, el bizco Deportista con discapacidad visual
Los discapacitados Personas con discapacidad física, mental o sensorial
Atletas normales. Llamar “normales” a las personas físicamente aptas es despectivo hacia las personas con

una discapacidad que son iguales a sus contrapartes físicamente aptas

Atletas sin discapacidad o, cuando sea posible, atletas olímpicos
Un parapléjico Una persona con paraplejia
Un cuadripléjico Una persona con cuadriplejia
Un retrasado Una persona con discapacidad intelectual
Espástico (espasticidad: hipertonía muscular de origen cerebral que se manifiesta por espasmos) Una persona con parálisis cerebral
Anormal, subnormal, defectuoso, deformado. Son términos negativos que implican el fracaso en alcanzar la perfección personal. Especificar la discapacidad
Afligido o afectado con… La mayoría de las personas con una discapacidad no se consideran afligidas o afectadas La persona tiene… (la discapacidad)
Confinado en una silla de ruedas. Una silla de ruedas proporciona movilidad y no es restrictiva Usa silla de ruedas
Lisiado, tullido, inválido. Estas palabras transmiten una imagen negativa del cuerpo. Con una discapacidad física
Enfermedad (cuando se usa como equivalente a discapacidad). Muchas discapacidades, como la parálisis cerebral y las lesiones de la columna vertebral, no son causadas por una enfermedad o dolencia. Deterioro
Tocones, muñón. Estas expresiones tienen la connotación de que las extremidades de la persona fueron cortadas como un

árbol.

Amputación
Sufre de… Las personas con una discapacidad no necesariamente sufren Es, tiene una discapacidad
Víctima. Las personas con una discapacidad no son necesariamente víctimas y generalmente prefieren no ser percibidas como tales. Es, tiene una discapacidad

Además, es útil recordar que la discapacidad es una característica o una situación de la vida, pero no reemplaza a la vida misma. La vida muchas veces resulta más fuerte que cualquier tipo de discapacidad.

El profesor José Luis Rojas Torrijos publica una Breve guía de estilo para informar correctamente sobre los Juegos Paralímpicos en su blog Periodismo deportivo de calidad. Estas son algunas recomendaciones.

Los medios de comunicación y sus periodistas deben normalizar la cobertura y publicación de piezas periodísticas sobre deportistas con discapacidad, como usualmente lo hacen con los atletas sin discapacidad.

Evitar expresiones como personas con problemas de movilidad (mejor, personas con movilidad reducida) o personas con problemas de visión (mejor, personas con discapacidad visual personas ciegas).

Es una máxima en el periodismo que el lenguaje utilizado para informar debe ser de fácil comprensión para la mayoría de los lectores. Lo mismo aplica para el tema de la discapacidad o el deporte adaptado. Ahora bien, si se requiere mencionar siglas o un término técnico y científico, es deber del reportero explicar su significado de manera clara y sencilla.

El periodista y los medios de comunicación tienen la responsabilidad de conocer y actualizarse sobre los distintos tipos de discapacidad, sus características y especificidades, así como las modalidades de deporte adaptado, para realizar un cubrimiento profesional de eventos donde participan estos deportistas.

Finalmente, el periodista debe aprender y difundir el reglamento y el formato de competición de las veintidós modalidades paralímpicas: atletismo, bádminton, baloncesto en silla de ruedas, boccia, ciclismo, equitación, esgrima en silla, fútbol 5, goalball, halterofilia, judo, natación, piragüismo, remo, rugby en silla, tenis en silla, tenis de mesa, tiro, tiro con arco, taekwondo, triatlón y voleibol.

La función fiscalizadora de los medios de comunicación

Si bien los medios de comunicación deben visibilizar el deporte adaptado, sin estigmas ni estereotipos, no por ello pueden descuidar su labor fiscalizadora cuando los atletas, entrenadores y directivos rompen las reglas de juego para obtener una ventaja desleal frente a sus rivales. Un ejemplo de responsabilidad e investigación es el de los periodistas Matt Higgins y Roman Sutbbs del Washington Post, quienes en el reportaje As Paralympics get bigger, some athletes say cheating is more prevalent5, del 28 de agosto de 2024, relatan cómo está extendida la sospecha de que algunos deportistas exageran sus grados de discapacidad para vencer fácilmente a sus oponentes. Esta es una práctica denominada “dopaje de clasificación”, mediante la cual estos atletas se hacen ubicar en una categoría en la que su discapacidad sensorial, física o cognitiva es inferior a la de sus contrincantes. Esto ocurre ante la mirada complaciente de las autoridades paralímpicas, a las que no les interesa sancionar ni dar a conocer los casos deshonestos para no manchar el aura de transparencia y superación que se ha creado en torno a los atletas con discapacidades.

Vale recordar que el escándalo de trampas paralímpicas más sonado se produjo en los Juegos de Sídney 2000, donde el equipo masculino de baloncesto con discapacidad intelectual de España ganó la medalla de oro a pesar de presentar una lista con 10 jugadores que no tenían ningún deterioro cognitivo. El escándalo llevó a una prohibición total de los atletas con discapacidad intelectual durante los Juegos Paralímpicos de 2004 y 2008. El equipo español tuvo que devolver la presea dorada y los premios asociados al fraudulento triunfo.

También se recuerda lo ocurrido durante los Juegos de Tokio en 2021, cuando el deportista indio de atletismo Vinod Kumar fue despojado de su medalla de bronce en disco después de que las autoridades determinaran que tergiversó intencionalmente su discapacidad durante la clasificación. Kumar fue suspendido de la competición durante dos años.

Estos casos se presentan, aseguran los periodistas Matt Higgins y Roman Sutbbs, ante el aumento de las oportunidades económicas (pago en dinero por la obtención de medallas), reconocimiento social y contratos publicitarios que tientan a los paradeportistas a infringir las normas de juego limpio.

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Referencias y traducciones

1McGillivray, D., O’Donnell, H., McPherson, G., & Misener, L. (2021). Repurposing the (Super)Crip: Media Representations of Disability at the Rio 2016 Paralympic Games (“Reutilizando el (Súper)Crip: Representaciones mediáticas de la discapacidad en los Juegos Paralímpicos de Río 2016“). Communication & Sport, 9(1), 3-32. https://doi.org/10.1177/2167479519853496

2 Pullen, E., Jackson, D., Silk, M., & Scullion, R. (2019). Re-presenting the Paralympics: (contested) philosophies, production practices and the hypervisibility of disability (“Re-presentando los Juegos Paralímpicos: filosofías (disputadas), prácticas de producción y la hipervisibilidad de la discapacidad”). Media, Culture & Society, 41(4), 465-481. https://doi.org/10.1177/0163443718799399

3Silva, C. F., & Howe, P. D. (2012). The (In)validity of Supercrip Representation of Paralympian Athletes (La (in)validez de la representación supercrip de los atletas paralímpicos). Journal of Sport and Social Issues, 36(2), 174-194. https://doi.org/10.1177/0193723511433865

4 Rees L, Robinson P, Shields N. Media portrayal of elite athletes with disability – a systematic review (Representación mediática de atletas de élite con discapacidad – una revisión sistemática). Disabil Rehabil. 2019 Feb;41(4):374-381. doi: 10.1080/09638288.2017.1397775. Epub 2017 Nov 10. PMID: 29124974.

5 A medida que los Juegos Paralímpicos crecen, algunos atletas dicen que el engaño es más frecuente.

Foto crédito: Indeportes, Antioquia

Agon y Areté
Soy Sandro Angulo Rincón, colombiano, periodista y profesor universitario. Investigo, practico en forma amateur y consumo deportes. Aspiro a producir piezas periodísticas de calidad y obtener la retroalimentación de los lectores para que Agon & Areté crezca entre distintos públicos de habla española, inglesa, portuguesa y árabe.

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