By Gran parte del atractivo del juego radica en su impredecibilidad. En el libro The Grasshopper: Games, Life, and Utopía (El saltamontes: juegos, vida y utopía) de Bernard Suits se explora la naturaleza de los juegos y se adentra en su espontaneidad, en la incertidumbre de su desarrollo y de su final, lo cual los convierte en una actividad humana atractiva y placentera. Pero ¿qué pasa cuando un atleta erra a propósito en un partido o que comete una falta absurda para alterar adrede el marcador y compartir los beneficios económicos con los apostadores, a los que no les interesa la integridad del deporte sino lucrarse de un resultado artificial?
Por Sandro Angulo Rincón
En esta segunda entrega de Agon&Areté continuamos con la tercera y cuarta objeción a las apuestas deportivas online, es decir, cuestionaremos la corrupción y las formas non sanctas con las que algunos espectadores participan y valoran los deportes.
Amaño de partidos y blanqueo de dinero
El amaño de partidos es investigado por Sportradar, organización que cada año publica el informe Betting Corruption and Match-Fixing in 2023, en el que detalla la dimensión de esta práctica fraudulenta. ¿Cómo lo hace? Utiliza tecnología de inteligencia artificial (IA) a través de algoritmos de aprendizaje automático, diseñados y entrenados para detectar actividades de apuestas sospechosas. Primero, filtra los datos de las apuestas en tiempo real mediante modelos matemáticos creados específicamente para diversos deportes y, después, genera alertas cuando las apuestas superan un umbral predeterminado, específico de una competencia, y se basa en los estimativos de los mercados y los movimientos históricos de las probabilidades reportados por la ciencia de datos.
En otras palabras, Sportradar califica una actividad apostadora como “potencialmente sospechosa” cuando, por ejemplo, la cantidad de dinero o el número de apostadores con un marcador se sale del patrón acostumbrado, algo frecuente en los primeros 15 minutos de un certamen deportivo, según el informe Betting Corruption and Match-Fixing in 2023.
Una definición aceptada de arreglo de partidos es la que brinda la Convención de Macolin, instrumento jurídico y la única norma de derecho internacional sobre la manipulación de competencias deportivas: “significa un acto u omisión intencional encaminado a alterar indebidamente el resultado o el curso de una competición deportiva para eliminar total o parcialmente parte de su carácter impredecible y obtener una ventaja indebida para uno mismo o para otros”.
La empresa actualmente supervisa más de 850.000 partidos anualmente en más de 70 deportes. En el año 2023, detectó 1.329 sospechosos en 105 países de los cinco continentes, de los cuales 667 se registraron en Europa, 302 en Asia, 217 en Suramérica, 108 en África, 36 en Norteamérica y 0 en Oceanía, lo que equivale a un presunto fraude entre 467 encuentros disputados, el 0,21% de todos los eventos deportivos monitoreados.
Los países más afectados por este delito fueron Brasil con 109 casos, República Checa con 67, Filipinas 65, Rusia 55, Grecia 46, Kazajistán 43, Vietnam 43, Perú 38, Argentina 36 y Serbia 36. Por deporte, la mayoría de las alertas se dieron en el fútbol con 880 casos, baloncesto con 205, tenis de mesa 70, tenis 61, e-sports 46, Voleibol 27, Críquet 13, balonmano 12, hockey sobre hielo 8, fútbol de salón 6 y billar 1 (ver gráfico de burbujas).
Curiosamente, se observó un aumento en el número de partidos de primera división de fútbol afectados, pasando del 17,5% en 2022 al 24% en 2023. Por lo general, la primera categoría del fútbol nacional es menos susceptible a tales prácticas que la segunda, ya que los salarios más altos de los jugadores sirven como elemento disuasivo, y las medidas preventivas como la educación de los jugadores y la investigación exhaustiva son más frecuentes en este nivel de élite.
Sin embargo, en algunas regiones, países y otros deportes, estas salvaguardias no son tan comunes. El periódico The Athletic del 17 de abril de 2024 reportó la suspensión de por vida del estadounidense Jontey Porter, de 24 años, pívot de los Toronto Raptors de la National Basquet Association (NBA), De acuerdo con los resultados de una investigación de esta liga, Porter dio una pista confidencial sobre su salud a una persona que sabía que era un apostador deportivo antes del partido de los Raptors contra los Sacramento Kings, el pasado 20 de marzo.
Un tercer individuo, conectado con el destinatario original de la información de su estado de salud, hizo una apuesta combinada (se obtiene un premio mayor al acertar dos sucesos en una misma apuesta) de 80.000 dólares para ganar 1,1 millones de dólares, la cual dependía de la predicción de que el deportista tendría un rendimiento inferior contra los Sacramento Kings. La liga descubrió que, en efecto, Porter se retiró de la disputa frente a los Kings después de solo tres minutos (primer suceso), alegando que estaba enfermo, lo cual incidió en el rendimiento de su equipo (segundo suceso): Kings 123 – Raptors 89. El dinero no se pagó y la casa de apuestas online donde se hizo la treta, notificó a la liga de la actividad sospechosa junto con el tiempo en la cancha de Porter en ese juego del 20 de marzo de 2024.
Desconcierta que este basquetbolista que había ganado millones de dólares legítimamente mientras jugaba en la NBA arruine su carrera de este modo. Esta temporada tenía un contrato por 415.000 dólares con los Raptors. Como afirma el agente deportivo Leigh Steinberg en el New York Times del 31 de mayo de 2024, los deportes profesionales dependen de la autenticidad y la credibilidad. Los aficionados deben creer que los juegos son justos y que cada atleta está haciendo el máximo esfuerzo para ganar. De modo que cualquier atisbo de que las competencias están siendo manipuladas o alteradas destruirá la industria. Jontey Porter acaba de ser suspendido de por vida, pero no será el último, advierte.
A veces no es necesario con que se publique un informe como el de Sportradar para poner en tela de juicio la transparencia de un juego, pues ya es frecuente que los aficionados que están en el estadio o frente al televisor, así como gente ligada estrechamente a un deporte, intuyen cuando una jugada es inusual para un jugador profesional. Leen el contexto y la comunicación corporal y deducen -con razón o sin ella- que el futbolista, verbigracia, le pegó muy por debajo a la pelota para que pasara por encima del travesaño de la portería en una pena máxima y dudan de sus gestos impostados para mostrar ante la cámara de TV la fingida frustración por haberlo errado.
Otro delito asociado es el del lavado de activos/capitales (blanqueo de dinero) en las apuestas deportivas online ilegales, cuya administración prescinde de la supervisión de las industrias financieras y los Estados para prevenir la presencia de este delito. De acuerdo con el Global Report on Corruption in Sport (Reporte Global sobre la Corrupción en el Deporte) de la Oficina de las Naciones Unidas sobre las Drogas y el Crimen, una de las formas que tienen algunos operadores para darle apariencia de legalidad a los dineros de actividades ilícitas es mediante (1) la adquisición de licencias en al menos una jurisdicción, pero aceptan apuestas en jurisdicciones donde el producto es ilegal y (2) el funcionamiento sin licencia de una casa de apuesta en múltiples jurisdicciones que se convierte en una organización de crimen organizado transnacional.
La amenaza que representan las apuestas ilegales para la integridad del deporte se amplifica por la creciente cantidad de lavado de dinero ingresado. Diversas estimaciones indican que cada año se blanquea hasta 140 mil millones de dólares estadounidenses y el dinero arriesgado en los mercados de apuestas ilegales oscila entre los 340 mil millones y 1,7 billones de dólares estadounidenses.
El Global Report on Corruption in Sport describe cómo las apuestas ilegales deportivas online se usan como vehículo para el lavado de activos a través de estas acciones.
- El depósito del producto del delito se ingresa a una cuenta de apuestas y se retiran las ganancias por el acierto al marcador con una comisión deducida por el operador de apuestas.
- El establecimiento de un sitio web de apuestas ilegales en línea sin licencia, en el que no se aceptan apuestas públicas, sino la colocación del producto del delito y la posterior distribución de ganancias a terceros.
- Pacto ilícito (colusión) con jugadores profesionales, por medio del cual éstos apuestan el producto del delito en sitios web en línea y obtienen una comisión antes de devolver los dividendos.
- El depósito del producto del delito en una billetera electrónica (para tenerla no se requiere cuenta bancaria), luego se utiliza para transferir digitalmente dinero a un usuario de juegos de azar en línea, y el lucro se deposita nuevamente en la billetera electrónica para usarlas en otras transacciones en línea.
Los grupos de crimen organizado también realizan apuestas irregulares acudiendo a la modalidad de “mulas”, personas a las que se les roba la identidad o simplemente se prestan para crear miles de cuentas -pero sin sobrepasar el límite establecido por los operadores de casas de azar regulados- desde las cuales apuestan en partidos amañados. Por supuesto que el modus operandi de los blanqueadores de capitales a menudo incluye, justamente, el ofrecimiento de contrapartidas económicas a árbitros y deportistas mal pagados o que están en el final de su carrera para que manipulen el juego. Vale resaltar que el monitoreo de estas prácticas ilícitas es más difícil en regiones con paraísos fiscales, donde a los clientes se les protege la identidad (secreto bancario), las regulaciones son más flexibles y es escasa la cooperación con las autoridades.
Cambios en la participación y valoración de los deportes
La cuarta objeción, argumentada por Ned Lis-Clarke y Adrian Walsh en el artículo At Odds? Sports, Gambling and Hypercommodification (¿De acuerdo? Deportes, juegos de azar e hipermercantilización), considera que las apuestas deportivas online son de una considerable preocupación moral en tanto que degradan los ideales de la competencia atlética al transformar las maneras en que los espectadores participan y valoran los deportes.
Esta observación es evidente en las microapuestas online, en las que se involucran situaciones particulares, repetitivas y de alta frecuencia donde el tiempo de realizar una apuesta y conocer el resultado suele ser corto. Son minucias del desarrollo de un partido, como el número de rebotes en el baloncesto o la cantidad de ases logrados por un tenista en un torneo importante, que no están directamente vinculadas con el marcador definitivo. Pues bien, ese tipo de apuestas cambian la experiencia visual del apostador (1) al provocar distracciones, pues en lugar de centrarse en el juego en sí mismo, se dedica a comprobar probabilidades e identificar oportunidades de apuestas favorables y (2) al promover una atención selectiva, es decir, en vez de admirar la belleza del deporte de manera holística tendrá una aprehensión ansiosa por acertar en una incidencia menor del juego, independiente de sus valores éticos y morales. Estará deseante de que haya una o dos caídas masivas en una etapa del Tour de Francia (su apuesta, aunque haya dolor y lesiones graves de los ciclistas) que en ensimismarse plácidamente por la resistencia de los competidores, el colorido del paisaje y el entusiasmo de la afición ubicada al lado y lado de la carretera.
Otro alegato ético-moral a las microapuestas se produce en el comportamiento reprochable de personas que asisten a los partidos de baloncesto de la NBA y que factiblemente ya se esté presentando en otras disciplinas. Como se informa en The Athletic del 2 de abril de 2024, los jugadores se están quejando de que los aficionados los gritan e insultan en plena competencia cuando las apuestas se están perdiendo.
Asimismo, hay que advertir sobre el tráfico de datos. Porter, el baloncestista sancionado de por vida, entregó información privilegiada sobre su salud, como lo indicamos en párrafos anteriores. Así, no es equivocado pensar que, por ejemplo, un asistente técnico mal pagado pueda entregar secretamente a un apostador la estrategia de una selección nacional participante en un mundial de patinaje de velocidad para obtener más probabilidades de acierto en las pruebas del evento.
Finalmente, deportistas, académicos y la prensa responsable concluyen que otra consecuencia de concebir de manera instrumental la competencia atlética, de sólo un medio para lucrarse económicamente está afectando la belleza del gran deporte, su interés estético, como se aprecia en el gran arte.
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